domingo, 27 de noviembre de 2011

Maslow

Eres una superviviente, te negaste a ser mártir cuando ya tenías los clavos incrustados. Tan seguro estoy de admirarte como de no poder quererte. Cuando alguien ha pasado por lo que tú, tiene la pirámide de Maslow grabada. Yo escalo desde asegurarme la alimentación a afirmarme intelectualmente, para luego deslizarme y clamar por mis necesidades sexuales. Es caótico y egoísta, pero es espontáneo. Tú eres tus circunstancias y un poquito de tú.
Yo tengo las manos suaves del que nunca se ha herido, no sé lo que es un callo y siempre me pincho con tu navaja de superviviente.

Mis síes son volátiles, nunca habrá un tal vez en ellos, pero tal vez mañana sean noes. No guardes el ticket, no hay devolución. La garantía, prêt-à-porter.

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