lunes, 28 de noviembre de 2011

Risky Jacky

Una pregunta Jack Johnson, ¿ Cómo un surfer puede ser tan sumiso y convencional? Te imagino en la playa de mi pueblo, con casco, coderas y rodilleras cogiendo las más grandes mini olas que en una playa cerrada puede tener. Claro que a lo mejor te la juegas a diario con olas salvajes y peligrosas y cuando cojes la guitarra ya te has expuesto suficiente y sólo quieres relajarte.
En mi caso veo más cercano un empaste que el sexo con tu guitarrita de fondo.
Mala señal cuando gustas a la abuela, a la madre y a la hija. No puedes contentar a todas, no se desmayarán en tus conciertos, nunca dirán de que carajo habla este tío. Con tu música te acercas a la manada, como cualquier político besabebés. Rompe la guitarra en la cabeza de la abuela, prométele amor a la madre y fóllate a la hija. y después escríbelo.

ritmo

Me pongo a escribir con la certeza de que lo mejor que podía escribir ya lo he hecho. Ahora me doy cuenta, después de muchas frustraciones. Desde el comienzo me planteé esto como un test de Cooper, siempre mejor, más intenso, ni un paso atrás. Pero mirando por el retrovisor, desde hace cinco años los pitidos se ralentizan, o a lo mejor es que sólo escucho algunos, ahora hay música, a veces ruido.
Los músculos parecen agradecidos, los latidos se distancian y me siento cada vez más cómodo con cada nuevo cambio de ritmo. Este no era el plan. Siempre pensé que acabaría por reventar, pero parece que el final será un tranquilo paseo coral con etapas en cada banco del camino, obligándome a levantarme con los esporádicos pitidos que sea todavía capaz de percibir.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Maslow

Eres una superviviente, te negaste a ser mártir cuando ya tenías los clavos incrustados. Tan seguro estoy de admirarte como de no poder quererte. Cuando alguien ha pasado por lo que tú, tiene la pirámide de Maslow grabada. Yo escalo desde asegurarme la alimentación a afirmarme intelectualmente, para luego deslizarme y clamar por mis necesidades sexuales. Es caótico y egoísta, pero es espontáneo. Tú eres tus circunstancias y un poquito de tú.
Yo tengo las manos suaves del que nunca se ha herido, no sé lo que es un callo y siempre me pincho con tu navaja de superviviente.

Mis síes son volátiles, nunca habrá un tal vez en ellos, pero tal vez mañana sean noes. No guardes el ticket, no hay devolución. La garantía, prêt-à-porter.

sábado, 26 de noviembre de 2011

dos pulgares izquierdos

Metro abarrotado, meto la mano en mi bolsillo izquierdo y palpo cinco dedos, le doy un pellizco y confirmo que no es mi otra mano. Miro a mi alrededor, ninguna cara sospechosa, así que sigo palpando el brazo del invasor. Dos murallas de gente más hacia delante descubro al dueño de la mano, leyendo el periódico, cubierto por traje y corbata. Me quedo observándole, con una sonrisa orgullosa, le he pillado. Algo debe notar porque levanta la vista y sus ojos se cruzan con los míos. Con cara de indiferencia me muestra su mano izquierda, colorada gracias a mis calentitos bolsillos pero vacía.

Parece que nada de lo que tanteó le sedujo. Pero¿ Qué buscaba? Tenía dinero, mi ipod, y mi pequeño cuaderno donde pinto de vez en cuando. Cuando me mostró su mano, tenía la esperanza de que tuviera mi cuaderno en su mano. Que se riera de mí y saliera corriendo como quien acaba de robar algo de valor.

mi cabeza

Te descalzaste al entrar, no querías hacer ruido. Entraste por el pasillo de la tristeza. Cuando se apagaron las luces, entendiste, siempre fuiste muy lista, que tocaba seguir avanzando. Tocaba la sala de la nostalgia. tampoco te dió tiempo a instalarte, la oscuridad volvió a invitarte al traslado. Esta vez, la habitación de la indiferencia, era más grande, pensada para estancias más largas, aunque algo fría. Cuando ya estabas acabando de pintar e instalar la calefacción las luces se apagaron.. Nueva mudanza. Esta vez no había cartel con el nombre de la habitación, era calurosa, acogedora, espaciosa.
Ahora casi no noto tu presencia, de vez en cuando me llega una oleada de tu olor, y cuando estás cansada y no tienes la paciencia para andar tan cuidadosamente, puedo notar como apoyas tus dedos suavemente para después descansar todo tu peso sobre los talones.

lunes, 21 de noviembre de 2011

RIP is over

Sonó el despertador, nuestro tiempo se acabó. Nos levantamos despacio, con pereza, nos duchamos y fuimos juntos al vestidor. Tu cogiste el vestido negro. yo el traje oscuro con la corbata color carbón. Te subo la cremallera, mientras pienso en el nudo de la corbata que voy a pedir que me hagas, de forma que no apriete al que tengo en la garganta.
Busco en este entierro sin ataúd restos de dolor, rabia. No los encuentro. En este cuarto todo pasó muy deprisa, y ahora que lo que pasó se acabó el reloj sigue acelerado, no simplemente curando las heridas sino haciendo desaparecer las cicatrices. El negro de nuestras ropas se diluye, pierde fuerza, ahora está más cercano al morado. Casi me sorprende que después de cinco minutos en el baño, al salir no te vea con hijos, marido, caderas y arrugas.

libertad para las endorfinas

¿ Civilización en otro planeta? Aparte de la física, sólo encuentro una condición para que sea posible, la incapacidad para recrear el placer y el dolor ya vivido. Sin esto, las posibilidades de progresar son las mismas que las que tendría un yonki enchufado a una tubería de heroína.

Salvados de la dependencia del pasado, esto nos condena otra existencia de ansiedad, la de encontrar el placer pasado, querer reventar las murallas que encierran fieramente las endorfinas, o al menos excavar un túnel por el que organizar pequeñas fugas, de forma que pase desapercibido y no aumenten las medidas de seguridad.

lunes, 14 de noviembre de 2011

nina

Una persona que lo da todo, y no pide nada me dice que ha soñado conmigo. hasta cuando duerme tiene las manos abiertas. Yo, que soy más egoísta, quiero más, pídeme algo.

campo neutral

Solo acepto en Suiza. No me fío, lo reconozco, te gusta jugar con ventaja. No puede ser en tu sitio, sería una encerrona, y te niegas a venir aquí. Sólo puede ser Suiza, y con las condiciones ya acordadas. Ni maquillaje, ni perfume, ni tu traje rojo.

gran Manel

I aquesta cançó és per dir que no et trobo gens en falta
i que quan vaig a dormir amb la mà dreta ja em basta
que si tinc els ulls humits és que hi tinc una lleganya
i si no surto de nit, és perquè vaig curt de pasta
i els amics que compartim tots t'enganyen
sóc un home nou (sóc un home nou), mai he estat millor (mai he estat millor)
i no saps quant m'estalvio en trucades
i aquesta cançó és per dir que si de res no en tinc ganes
no és per tu sinó l'edat que als 30 anys això ja passa
que l'anell que em vas donar, el guardo pq el vull vendre
i la teva foto al llit, no he tingut pas temps de treure-la
i els amics que compartim tots t'enganyen
sóc un home nou (sóc un home nou), mai he estat millor (mai he estat millor)
i no saps quant m'estalvio en trucades
no t'enyoro nena aah,
no t'enyoro nena
no estic deprimit, no estic desnutrit, no m'aguanta un fil, no he perdut l'estil
no vaig predicant tots els meus encants, no t'he imaginat al llit amb estranys
no estic gens perdut, no hi ets tururut, no em sento confus, no he estat cap ilus
i sera un gran plaer avui ferte saber q no tenyoro nena

domingo, 13 de noviembre de 2011

Rose Parker

El día que debí bajarme del autobús. No puedo compararme con Parker, entre otras cosas, ella se negó a levantarse del asiento, yo también me quedé en el sitio, sólo que en este caso lo que debía hacer era bajarme del bus.

aviso a lectores

Esto que van a leer es una obra de ficción, cualquier parecido con la realidad es puro egocentrismo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

dibujando

Quiero escribir sobre un obseso. Es lo que me pide el cuerpo, cada vez que escribo un email o hasta la lista de la compra, en realidad estoy no escribiendo sobre mi obseso. Tengo miedo de asustarla. Ya ha descubierto algunas de mis manías más obvias, como no pisar los dibujos de las baldosas, si me choco con algo, inmediatamente me doy un golpe de la misma fuerza en el lado simétrico del cuerpo, el movimiento de mi boca y nariz ante cualquier cosa que me disgusta y mis miradas inacabables sin pestañeo.

Me dijo que le inquietaban mis tics pero que había oído que mientras la gente duerma mucho y ría la salud mental está asegurada. Así que finjo dormir nueve horas por la noche y largas siestas después de comer, mientras sigo dibujando a mi obseso. Con la risa es más difícil, siento la obligación de reírme ante cualquier situacion y estoy empezando a olvidar qué era lo que me hacía gracia.

Se me han ido ocurriendo dos maneras de abordar el problema, al principio pensé en escribir con seudónimo, pero me perdería la presentación, la firma de libros y mi foto en la contraportada. Después pensé en crear un personaje parecido a mí con los mismos gustos musicales y es posible que hasta le condene a la cojera que tanto me acompleja. Así mi obseso resultará totalmente ajeno. Podría comprar algún libro sobre comportamiento obsesivo- compulsivo y dejarlo en la mesa en la que escribo, dando a entender que del mundo de los pirados no tengo ni idea.

Pero la verdad es que está aquí, más que crear al personaje, le voy quitando las capas de ropa según me voy atreviendo. Ya no puedo ocultar que mi obseso siente la necesidad de escribir sobre un obseso.

27 letras después

ya no puedes sorpenderme, conozco tu Ipod de la a a la z. Una sensación de desasosiego, seguida de una pequeña bajada de párpados, son mis reacciones cuando veo que te acercas a poner banda sonora a nuestros silencios incómodos. Solía funcionar, borraba el estancamiento, y me devolvía a nuestros comienzos.
Me hizo gracia cuando me dijiste que escucharíamos todos tus gigas de forma ordenada, aunque de forma fugaz ya me angustió que pasaría cuando llegáramos a la z. Fuimos quemando a Bird, Chet Baker, Eels... Hasta que no llegamos a Waits no volví a pensar en el final del alfabeto. Cada día intentaba adivinar que música sonaría. Siempre me sorprendías. Pero sonó Zappa y su" We are only here for the money" y yo no sé qué hago aquí.

martes, 8 de noviembre de 2011

breathless

Me divierten nuestras citas a apnea. Cada vez aguantas más, ayer casi llegas al tiramisú. Es posible que, de aquí a un mes, con una cena bien planificada, ensalada y pechuga de pollo y un yogur de postre, nos de tiempo a llegar a la cama.
Aunque parezca que lo haga por fastidiar, cuando inspiro profundamente cogiéndote un mechón de pelo es solo para atraparte y tenerte un ratito más después de que me digas adiós con la mano y te oiga intentar atrapar el aire que no has cogido conmigo, al otro lado de la puerta que cierras con delicadeza.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

crecimiento testicular

Siento no haberte enseñado mis huevos antes pero tampoco es que los escondiera, siempre estuvieron ahí, solo que con las margaritas y rosas quedaron cubiertos.
En principio me asusto, no era normal que en lugar del vello negro aparecieran florecitas. Después me pareció una señal de la bonita situación que estaba viviendo. Siempre supe que esta cursilería mía me iba a matar. Y ahora que las raíces de las margaritas han acabado con mi hígado y los pinchos de las rosas tantean mi estómago puedo decir que tenía razón.
Al menos tengo un consuelo, no soy el único jilipollas, al parecer a un enamorado yankee de Albuquerque le detectaron un tumor cerebral con forma de corazón, el pobrecillo se emocionó, negándose a que cualquier científico de estrecho pensamiento racional tocara con guantes de látex su adelantada postal de San Valentín. Tuvieron que declararlo demente para poder extirpárselo. Ya nadie cree en el amor, todos se han enterado que el corazón te puede matar.

martes, 1 de noviembre de 2011

arriba y abajo

" Escribe comedia cuando estés triste y drama durante los subidones". Magnífico consejo, tanto para la obra como para el obrero. Por un lado equilibra el tono de lo escrito y por otro supuestamente recuerda lo efímero de las emociones. Pero para casos bipolares como el mío, te condena a una cíclica tragicomedia.
Resulta agotador ser uno de mis personajes, tienen épocas fantásticas, plenas, desaparece el sarcasmo y la ironía ya no ofende( mis días de ver compulsivamente "los Tenembaums", edredón y caladas largas mientras observo como se consume el cigarro). Llega el final del capítulo y todo se vuelve rutinario, encharcado y cínico, mientras su creador con una perenne sonrisa piensa lo poco de oficio que tiene vivir. Al acabar el relato, sintiéndome culpable siempre los dejo acostaditos en la cama, se han ganado un buen descanso.